Los partidos de centro, que hasta ahora habían fincado su consenso en un cerco a la ultraderecha, están cambiando en dirección opuesta.

El aire que respiramos es el mismo que inhalaban quienes así morían antes de ser incinerados en los hornos de los campos de exterminio nazis.

Se trata de la Casa Blanca enviando un mensaje a través de la ONU de que se opone a la reforma del Poder Judicial anunciada por la presidenta entrante.

El argumento de la derecha para justificar su derrota afirma que el electorado mexicano vota a cambio de “dádivas” y “limosnas” (y por ello se promovió una “elección de Estado”).

La ultraderecha está preparando el ambiente de un “golpe blando”.

El cisma de la SCJN se debe, en principio, a tres razones. Una, de carácter contingente; las otras dos, de orden estructural.

Paz no habrá. Rusia no cuenta con las fuerzas económicas para transformar su aparente avance en beneficios contables.

Al igual que en España, Francia e Italia, la ultra alemana fue apoyada y cultivada desde sus orígenes por Vladimir Putin.

Hoy las exclusas de la movilidad se han cerrado casi por completo. Tener un empleo es una condición en peligro cotidiano´.

Hoy los bancos se sostienen por haber convertido a los estados en sus acreedores cautivos

A una sociedad bipolar corresponde una política bipolar. Es decir, un soberano esquizo ahora armado de discursos locos. El ascenso de Milei a la presidencia es demostrativo al respecto.

Si la cultura mexicana hubiera contado con un Mariátegui, acaso nos ahorramos el penoso espectáculo de la “filosofía de lo mexicano”

El propósito de la actual campaña militar es provocar una diáspora de la población en Gaza, expulsar de su tierra a los palestinos

Queda, por supuesto, la otra gran pregunta abierta: ¿dónde están los estudiantes desaparecidos?

Cada uno de los jueces que conforman la SCJN tiene una historia plagada de fechorías.

Vista desde la perspectiva del siglo XX, la historia de la emergencia de Estados Unidos en tanto que geopotencia está marcada por su geografía.

Existen sociedades que alcanzaron un alto grado de modernización sin mediación de revoluciones violentas. En Europa, el caso más evidente es Alemania; en América Latina, Brasil.

Las revoluciones, tal y como sucedieron en Francia, México, Rusia o China, fueron el resultado de las contradicciones de la sociedad disciplinaria, escribió el filósofo coreano.

La estrategia que siguió la OTAN en Yugoslavia, Irak, Afganistán y Libia fue la destrucción sistemática y general de la estructura material que requiere un Estado para existir.